La pregunta que sirve de cabecera a esta publicación tiene dos perspectivas: para qué sirve crear una asociación y para qué sirve pertenecer a ella.
Desde la primera perspectiva, una asociación sirve para ayudar a personas que comparten intereses y objetivos contigo. Por ejemplo, una imaginaria “Asociación de Músicos Juveniles La Charanga”, puede ofrecer a sus miembros clases de música o préstamo de instrumentos musicales, la “Asociación Amigos del Ternasco de Aragón”, podría organizar concursos culinarios que tengan como base la carne del ternasco, excursiones para conocer las explotaciones ganaderas… o la “Asociación Mujeres en Activo” podría promocionar las empresas de las asociadas u ofrecer orientación profesional a estas.
Y desde el segundo punto de vista, ser miembro de una asociación te hace más fuerte. Los asociados/as participan de propósitos comunes, comparten sus experiencias, se transmiten conocimientos, entablan nuevas relaciones, se enriquecen conociendo opiniones diversas y aúnan fuerzas para defender sus intereses.
Siguiendo los ejemplos anteriores, si eres un joven saxofonista, quizá te apetezca formar parte de ese grupo de jóvenes músicos, si te gusta el ternasco seguro que puedes descubrir nuevas recetas en los concursos culinarios de la asociación, o la “Asociación Mujeres en Activo” pueda orientar a una emprendedora como tú.
Estos son ejemplos imaginarios de pequeñas asociaciones, pero también existen grandes organizaciones como la Asociación Española Contra el Cáncer, Médicos Sin Fronteras España o la Asociación Greenpeace España, sin embargo, todas ellas, grandes y pequeñas asociaciones, contribuyen a que nuestra sociedad sea mejor.
Como ves, hay muchas razones por las que puede interesarte ser miembro de una asociación o incluso crear una tú mismo. Si este es tu caso, no dudes en contactar con nosotros para obtener el mejor asesoramiento.
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